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Comision CYMAT UPCN MINISTERIO DE DEFENSA

Salud y Seguridad

La seguridad e higiene del trabajo en oficinas

Por Ing. Mario Raúl Chingoto

ACLARACION PRELIMINAR
Las consideraciones que siguen son válidas para ambientes laborales que se desarrollen en varias oficinas y distintos pisos de firmas comerciales de cierta envergadura, ya que por ejemplo un entorno laboral pequeño que conste de una o dos oficinas no es representativo de todo el aspecto de riesgos que amenazan la integridad física de los empleados.

INTRODUCCION
A lo largo de la historia del hombre, éste ha demostrado su afán por crear medios materiales que ayudaran a su trabajo.
Las primeras manifestaciones fueron la palanca y la rueda, a las que siguieron las distintas máquinas térmicas (motores, turbinas) motores eléctricos, máquinas auxiliares electromecánicas y en los últimos años infinidad de máquinas eléctricas y electrónicas que integran el "arsenal" de la informática (calculadoras, tabuladoras, clasificadoras, registradoras y computadoras de varios tipos de generaciones).

De esta forma el hombre ve facilitada sus tareas por medio del equipamiento antes citado.
Pero nos preguntamos si todo ese avance tecnológico no tiene como contrapartida el olvido del principal protagonista de ese mismo progreso, que es el ser humano.

Sabido es que la operación del formidable equipamiento antes citado puede producir consecuencias o "subproductos" indeseables para la salud física y psíquica del hombre. Esta situación es bien conocida en el trabajo de obreros en fábricas, plantas y establecimientos industriales, pero es poco comprendida en el caso de empleados de oficinas.


LOS PELIGROS EN OFICINAS
Riesgo eléctrico: tableros descubiertos, abuso de utilización de enchufes triples que obligan a absorber a los cables del edificio intensidades muy superiores a las que corresponden a sus características, produciéndose su quemado.

Cabe señalar que el incendio que originó la destrucción de la casa matriz del Banco Provincia en la Ciudad de la Plata, fue atribuido a conexiones en tableros eléctricos (Agosto 1987). (* Art. 95, 163 y anexo VI)

Acumulación de elementos combustibles sin protección: papeles, libros, alfombras, cortinas, elementos de madera, etc. Todo este conjunto de materiales constituye la denominada "carga de fuego" de cada local, y si esta es muy elevada, la combustión de los mismos puede desarrollar temperaturas tan altas que han llegado a anular la resistencia de los hierros del hormigón armado de la estructura de los edificios (caso Banco Provincia antes citado) (* Art. 160, 171 y anexo VII).

Ergonomía: Por inadecuada posición de trabajo puede afectarse la estructura ósea de los empleados.
Pantallas de video: emisión de radiaciones. La OIT ha recomendado tiempos de operación continua máximos y pausas intermedias, estableciendo asimismo indicaciones que incluyen prohibiciones de trabajo nocturno, de operadoras que estén embarazadas, trabajar horas extras, etc.

Asimismo recomienda exámenes médicos a los operadores cada 6 (seis) meses incluyendo campo visual y eximiendo del trabajo como operadores de esas máquinas (unidades de pantalla - video) a aquellos que sufran de glaucoma, cataratas, fuertes miopías o astigmatismo. (* Art. 62 y 63)

Tanques de agua: En grandes edificios los tanques de agua propios situados por lo general en la parte más alta, pueden contener sedimentos tóxicos o bacterias por descomposición de animales muertos (ratas, pájaros, gatos, insectos, etc.) por lo que se ha recomendado efectuar al agua por lo menos un análisis bacteriológico por año. Recordemos que esta agua alimenta canillas y bebederos. (* Art. 5 y 58)

Iluminación: El "parpadeo" y ruido de los accesorios de tubos de luz fluorescente durante todas las horas de trabajo, aumenta el "stress" de los empleados. (* Art. 71)

Para terminar deficiencias de ventilación, extracción de aire acondicionado y mala iluminación también influyen en el índice de incomodidad del empleado, incrementando su fatiga.


CONCLUSIONES
Es necesario revalorizar la importancia del hombre que es el centro y motor de todo el maquinismo actual.
Independientemente de que este maquinismo tienda a disminuir o aumentar puestos de trabajo, la salud física y psíquica del empleado debe ser considerada como el capital más preciado de cada empresa pues constituye su recurso humano.

Por un lado los empleadores no escatimarán esfuerzos para posibilitar la instrucción del personal que trabaja en equipo de cierto riesgo y deben atender los factores de peligro antes señalados, y por el otro lado los empleados deben actuar en el mismo sentido, cumpliendo las instrucciones de manejo del equipo y observando las condiciones de salud de su entorno laboral, planteando a su empleador por medio de las organizaciones gremiales respectivas toda idea o sugerencia fundamentada que tienda a preservar su salud sin desmedro de la productividad.

La tendencia global apunta en ese sentido y las recomendaciones de las organizaciones de trabajo mundiales hacen que seamos optimistas al respecto para el siglo entrante.

Aire Acondicionado: ¿puede ser una fuente de problemas para la salud?

El aire acondicionado controla las características y propiedades del aire: temperatura, la humedad, la velocidad de circulación del aire, y la limpieza del mismo. Esta última incluye los niveles de polvo, olores, y otros contaminantes

Los sistemas de aire acondicionado integral benefician a los ocupantes de un espacio en tres formas diferenciadas: mantenimiento del 'bienestar térmico', provisión de aire fresco (a través de los sistemas de ventilación), y eliminación de contaminantes del aire (en particular, del olor corporal).

Gozar de una buena temperatura
La percepción por parte de una persona de un 'bienestar térmico' depende de factores tan variados como la temperatura del aire, la velocidad de circulación del mismo, la temperatura del suelo, la humedad, la vestimenta personal, la actividad física a realizar por parte de una persona, la forma de penetración de la luz solar, etc.

Pero entre todos estos elementos, hay tres que son los más importantes: la temperatura media del aire, la temperatura media del entorno y la velocidad de circulación del aire.

Sobre la temperatura media del aire, lo primero que hay que resaltar es que existe una temperatura idónea 'científicamente comprobada' como tal.

Normalmente, el personal de la mayoría de las oficinas se siente a gusto cuando la temperatura oscila alrededor de los 23ºC, y por tanto, la mayoría de los sistemas de aire acondicionado integrales están preparados para mantener temperaturas entre los 20ºC y los 26ºC.

La temperatura media del entorno no sólo depende de los elementos cercanos a una persona, sino que también está influida por la luz solar: las áreas cercanas a las ventanas de un edificio experimentarán oscilaciones de temperatura mayores que las alejadas (ejerciendo de esta forma una gran influencia en el bienestar térmico de los ocupantes de estas zonas cercanas al exterior).

Para evitar esta influencia, se pueden aplicar remedios tan sencillos como la colocación de persianas o cortinas.

La velocidad de circulación del aire se deja sentir en múltiples formas (por ejemplo, como una corriente de aire que puede o no ser molesta). Una norma de sentido común indica que la velocidad de circulación del aire debe ser suficiente como para prevenir la posibilidad de formación de 'puntos muertos locales' en alguna área del entorno a acondicionar.

Es decir, que no existan focos localizados donde los olores se estanquen o sean superiores al resto.

Otro factor a tener en cuenta es la humedad.

En el caso de las personas cuyo trabajo no requiera un esfuerzo físico mantenido (caso normal, de las oficinas), los efectos de la humedad no serán muy apreciables.

Una alta humedad generalmente provoca una mayor sensación de calor, lo cual puede compensarse reduciendo un poco la temperatura. En aquellos casos en que la temperatura del aire es alta, o cuando la persona está realizando una actividad física considerable, la influencia de la humedad es muy apreciable.

Generalmente, las personas toleran una baja humedad sin efectos adversos; aunque si la humedad se encuentra muy por debajo de lo normal, se pueden producir casos de sensación de sequedad en los ojos, la nariz y la garganta. Esta sensación se resuelve inmediatamente cuando se retorna a una humedad normal


Medidas de prevención
Los "agentes contaminantes" y el aire acondicionado:

Siempre se tiende a pensar que los contaminantes proceden del exterior del edificio, pero realmente se pueden generar tanto por fuentes interiores como exteriores.

Ejemplos de fuentes contaminantes interiores pueden ser las actividades de mantenimiento; las actividades de desinfección, desinsectación o desratización; las actividades de limpieza; la remodelación o renovación de equipos o mobiliario; e incluso las propias actividades de los ocupantes (contaminantes generados por las fotocopiadoras, impresoras, etc.; humo de tabaco...).

Algunas de las categorías esenciales de agentes contaminantes pueden ser:
Contaminantes biológicos:
Concentraciones excesivas de bacterias, virus, hongos, ácaros del polvo, escamas animales, polen...
Estos contaminantes pueden ser producto de un mantenimiento inadecuado, o de una limpieza poco eficaz, o de fugas en las canalizaciones de agua, o de un mal control de la humedad, o de la condensación, etc.

También pueden ser transportados al interior; ya sea por infiltración, o por medio de los ocupantes, o por el aire de ventilación. Las respuestas a estos agentes causan síntomas de alergia, e incluso juegan un papel importante a la hora de desencadenar episodios de asma.

Contaminantes químicos:
Incluyen agentes como el humo del tabaco, las emisiones generadas por productos usados en el edificio (como por ejemplo el material de oficina, el mobiliario, las coberturas de suelos y paredes, los productos de limpieza, los consumibles, etc), las fugas accidentales de productos químicos (como el monóxido de carbono y el dióxido de nitrógeno, ambos productos de combustión).

Partículas:
Sustancias sólidas o líquidas lo suficientemente ligeras y reducidas como para mantenerse en forma de suspensión en el aire. Las más grandes pueden incluso apreciarse en los rayos de sol que entran en una habitación; pero en cualquier caso, las más dañinas para la salud suelen ser las más pequeñas.

Estas partículas de polvo, suciedad, u otras sustancias pueden entrar en el edificio desde el exterior; pero también ser producidas por actividades del interior (desgastes o trabajos relacionados con la madera del mobiliario, parquet, etc; desgastes o trabajos relacionados con las paredes; actividades de impresión, fotocopia, operación de los equipos de oficina; fumar, etc).

Efectos de los agentes contaminantes
Existe una gran variedad de factores que tienen influencia sobre la forma en que los ocupantes de un edificio se verán afectados por los agentes contaminantes.

Algunos contaminantes, como el radón, amenazan la salud si se mantiene la exposición a altos niveles de dicha sustancia durante prolongados periodos de tiempo. En el caso del radón, esta exposición se concreta en un serio riesgo de cáncer de pulmón, por ejemplo.

Otros contaminantes -como por ejemplo pueda ser el monóxido de carbono- pueden causar la muerte en pocos minutos si la concentración es elevada.

Ciertos contaminantes pueden causar problemas de salud tanto a largo como a corto plazo; el ejemplo clásico es el del tabaco, que puede causar cáncer de pulmón a largo plazo, e irritación y problemas respiratorios a corto plazo.


Un caso espectacular: la legionella
Es una infección respiratoria aguda causada por la bacteria Legionella pneumophila

Esta enfermedad está caracterizada por una neumonía debida a la infección de dicha bacteria.

Las bacterias que causan la enfermedad del legionario se han encontrado en los sistemas de suministro de agua y pueden sobrevivir en ambientes cálidos, húmedos y sistemas de aire acondicionado que existen en edificaciones grandes, como los hospitales.

La enfermedad es potencialmente mortal, especialmente cuando ataca a personas ancianas, a niños, o a personas cuyo sistema inmunológico está reducido (por efecto de otra infección, o del consumo de drogas o medicamentos, etc...).

Con todo, el índice de desencadenamiento de la infección es bajo. Los síntomas incluyen la aparición brusca de fiebres altas, tos seca, escalofríos, dolor de cabeza, y dolor muscular. Si las condiciones son apropiadas, la bacteria de la legionella crece rápidamente en los sistemas de aire acondicionado, baños, algunos sistemas de agua caliente, etc.

En el caso de infección de legionella por medio de los sistemas de aire acondicionado, se suele producir desde una torre de refrigeración hasta una zona habitada. Esto ocurre generalmente cuando las entradas de aire fresco han sido defectuosamente colocadas con respecto a la zona de salida de la torre de refrigeración; y/o también cuando el aire procedente de una torre de refrigeración contaminada alcanza una toma de aire fresco.


El control de la legionella es relativamente simple: en el caso del agua caliente, la temperatura del agua caliente debe ser lo suficientemente alta como para eliminar la bacteria (cosa que realizan los calentadores normales); y en aquellos otros sitios o equipos que almacenen agua (como las torres de refrigeración) se debe realizar un mantenimiento periódico de limpieza y descontaminación.


Cómo mejorar la calidad del aire en el puesto de trabajo:

Cumplimiento de la normativa sobre el uso del tabaco
Cumplimiento de la normativa sobre almacenamiento y uso de productos contaminantes.
Cumplimiento de la normativa sobre limpieza del área habitada.
Cumplimiento de la normativa sobre mantenimiento de los equipos de aire acondicionado.
Eliminación adecuada y rápida de los desechos y basuras.
Almacenamiento adecuado de alimentos.
Distribución adecuada del personal, del mobiliario y del material de trabajo; con relación a los sistemas de circulación del aire, control de la temperatura, y eliminación de contaminantes.


En este sentido, se deben seguir las directrices de funcionamiento y diseño de dichos sistemas, tanto a la hora de la distribución inicial como a la hora de posibles subsiguientes redistribuciones.

La creación de nuevos despachos, la acotación de áreas, etc. ... debe tener siempre en cuenta estas directrices. Con relación al punto anterior, se debe tener en cuenta especialmente evitar bloquear las tomas o salidas de ventilación.

Primeros Auxilios y Salud Ocupacional?

Los primeros auxilios son la asistencia inmediata que se presta a las víctimas de accidentes antes de la llegada de personal médico especializado.  Su objetivo es detener y, si es posible, revertir el daño ocasionado.
Consisten en una serie de medidas rápidas y sencillas, como liberar la vía aérea, aplicar presión sobre las heridas sangrantes o lavar las quemaduras químicas situadas en los ojos o en la piel.
Los factores principales que definen los servicios de primeros auxilios de un lugar de trabajo son los riesgos específicos de la actividad y la disponibilidad de asistencia médica definitiva.
Evidentemente, la asistencia que requiere una lesión causada por una sierra de gran potencia es radicalmente diferente de la que requiere la producida por la inhalación de un producto químico.
Desde la perspectiva de los primeros auxilios, una herida grave en el muslo que se produce cerca de un hospital dotado de servicio quirúrgico requiere poco más que un transporte adecuado; si la misma lesión se produce en una zona rural situada a ocho horas del servicio médico más cercano, los primeros auxilios incluirían, entre otras cosas, el desbridamiento, la ligadura de los vasos sangrantes y la administración de inmunoglobulina antitetánica y antibióticos.
El concepto de primeros auxilios es flexible, no sólo en cuanto a qué debe hacerse (durante cuánto tiempo, con qué grado de complejidad), sino también por lo que respecta a quién debe hacerlo.
Aunque es necesario actuar con mucho cuidado, todo trabajador puede conocer las cinco o diez reglas fundamentales sobre lo que se debe y no se debe hacer en materia de primeros auxilios.
En algunas situaciones, la acción inmediata puede salvar la vida, un miembro o la vista.
Los compañeros de trabajo de las víctimas no deben quedarse paralizados mientras esperan la llegada de personal especializado.
Por otra parte, la lista de las “diez medidas fundamentales” será diferente en cada lugar de trabajo y deberá acompañarse de la formación correspondiente.

Importancia de los primeros auxilios
En los casos de parada cardíaca por fibrilación ventricular, la desfibrilación realizada durante los cuatro primeros minutos logra unas tasas de supervivencia del 40 al 50 %, en comparación con valores inferiores al 5 % si se administra más tarde.
Quinientas mil personas mueren de parada cardíaca cada año sólo en Estados Unidos.
En cuanto a las lesiones químicas oculares, el lavado inmediato con agua puede salvar la vista.
En las lesiones de la médula espinal, la inmovilización correcta puede establecer la diferencia entre la recuperación completa y la parálisis.
En las hemorragias, la simple aplicación de la punta de un dedo sobre un vaso sangrante puede detener una hemorragia potencialmente mortal.
Con frecuencia, ni siquiera la asistencia médica más avanzada puede reparar los efectos de unos primeros auxilios inadecuados.

Primeros auxilios en el contexto de la organización general de la salud y la seguridad
La prestación de primeros auxilios debe tener siempre una relación directa con la organización general de la salud y la seguridad, ya que los primeros auxilios propiamente dichos no solucionan nada más que una pequeña parte de la asistencia total de los trabajadores.
Los primeros auxilios son una parte de la asistencia sanitaria total de los trabajadores.
En la práctica, su aplicación dependerá en gran medida de las personas presentes en el momento del accidente, ya sean compañeros de trabajo o personal médico con formación normalizada. Esta intervención inmediata debe completarse con una asistencia médica especializada cuando sea necesario.

En el artículo 5 del Convenio sobre los servicios de salud en el trabajo, de la OIT (nº 161), así como en la Recomendación del mismo nombre, se incluyen los primeros auxilios y la atención de urgencia en los casos de accidente e indisposición de los trabajadores en el lugar de trabajo como parte importante de las funciones de los servicios de salud en el trabajo.
Ambos instrumentos, adoptados en 1985, regulan el desarrollo progresivo de servicios de salud en el trabajo dirigidos a todos los trabajadores.

Todo programa global sobre salud y seguridad en el trabajo debe incluir primeros auxilios, ya que contribuyen a reducir al mínimo las consecuencias de los accidentes y son, por tanto, uno de los componentes de la prevención terciaria.
Existe un nexo de unión entre la identificación de los peligros profesionales, su prevención, los primeros auxilios, el tratamiento de urgencia, la asistencia médica adicional y el tratamiento especializado para la reintegración y la readaptación al trabajo.
Los profesionales de la salud en el trabajo pueden desempeñar importantes funciones en este ámbito.

No es infrecuente que se produzcan varios incidentes pequeños o accidentes menores antes de que tenga lugar un accidente grave.
Los accidentes que sólo requieren primeros auxilios constituyen una señal que deben atender y utilizar los profesionales de la salud y la seguridad en el trabajo para dirigir y promover medidas preventivas.

Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo

Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo La tercera edición en español de la  de la OIT, se realiza en el marco de colaboración entre la OIT y el Gobierno español con el fin de facilitar la difusión y el acceso de publicaciones en el conjunto de países de habla hispana.

Esta edición, ha sido concebida para proporcionar al usuario, en general, una información básica sobre las distintas disciplinas de la salud y la seguridad en el trabajo, fácil de comprender y rigurosa para los profesionales de cada ámbito.

La estructura general de la obra está distribuida en cuatro volúmenes.

Esta nueva edición de la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo contiene, como en ediciones anteriores, respuestas autorizadas y preguntas en todas las áreas de salud y seguridad en el trabajo. Ha sido ampliada en nuevas materias, en estructura y diseño.

Aparecen artículos con temas de actualidad que reflejan fielmente recientes progresos, resultado de los cambios tan rápidos que se van produciendo en la salud laboral y la seguridad. Los contenidos incluyen los riesgos en el trabajo, aspectos relativos a la salud, al trabajo, a la prevención y la normativa, e información detallada sobre industrias de todas las partes del mundo.

La Enciclopedia de la OIT va dirigida a un amplio público: trabajadores, agentes sociales, abogados, médicos, ingenieros, higienistas, toxicólogos, expertos en búsqueda de nuevos conocimientos y, en general, a todos aquellos que están implicados en la salud y seguridad en el trabajo.

En su elaboración han participado expertos de más de 60 países procedentes de casi todas las organizaciones profesionales y las más importantes instituciones académicas.El texto actual de la Enciclopedia se ha reorganizado y diseñado en un formato de fácil uso.

Contiene más de 1.000 gráficos y tablas y un diseño más atractivo, similar a un libro de texto, que se completa con una serie de Índices por temas que permiten un acceso rápido a la información.

 

Presentación de la Enciclopedia de la OIT en formato electrónico

Se edita por primera vez la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo de la OIT en soporte electrónico y en lengua española. Se presenta así la información contenida en ella en línea con la tecnología más actual.

Es de acceso gratuito desde Internet, lo que asegura su difusión para todo el público interesado en la materia sobre Prevención de Riesgos Laborales. Disponemos pues de un nuevo instrumento para abordar la prevención de los riesgos laborales.

El sistema informático aporta información nueva y de fácil y rápido acceso.

El contenido que ofrece la Enciclopedia, por el amplio desarrollo y variedad de sus temas y la actualización recogida en la tercera edición en español, la convierte en un instrumento imprescindible de consulta, desde ahora en Internet, para resolver cualquier problema o duda que se presente en relación con la prevención de los riesgos laborales.

Especialistas internacionales respaldan el rigor de su contenido.

Esta edición electrónica correspondiente a la tercera edición de la Enciclopedia, se ha llevado a cabo, como las anteriores, con la colaboración de la OIT y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Los profesionales de reconocido prestigio que han prestado su colaboración a la Enciclopedia garantizan su rigor.

Link al Sitio WEB: http://www.mtas.es/insht/EncOIT/Index.htm

 

© Copyright  de la edición española, Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, España 2001

Decálogo de la Seguridad bien entendida

 Con todo respeto se lo dedicamos a nuestros Colegas… 

1. Si todavía cree que el 85% ó más de las causas de accidentes provienen del “FACTOR HUMANO”, le sugerimoshacer un relevamiento de condiciones inseguras, métodos de trabajo, normas de procedimiento y fallas de organización en su Empresa… ¡Se sorprenderá!

 2. Si considera que el programa de capacitación es adecuado y sirve como elemento para informar e instruir enmateria de Prevención de Accidentes, le sugerimos tomar “contacto” con el “aula grande”, que son los lugares de

trabajo, e “interrogar” a los empleados sobre lo que les “quedó” de tal enseñanza y cómo lo aplican en la práctica.

 3. Si percibe “falta de motivación” en la gente de su Empresa, hacia la SEGURIDAD, verifique la actuación de losdistintos niveles de mando y observe como proceden ante transgresiones o incumplimientos de normas de Seguridad, del personal a su cargo y si “hacen docencia” in-situ y “predican” con el ejemplo. 

4. Si comprueba que muchos trabajadores no reúnen las aptitudes para la tarea que realizan (tales comoconocimiento, habilidad, práctica, destreza) verifique si se emplean “profesiogramas u otras herramientas” con lasaptitudes mínimas del puesto, para la selección de personal nuevo y para cambios ó agregados de tareas del plantel estable.

 5. Si considera que existen “tolerancias” para la SEGURIDAD, que difieren de las “exigencias” para laPRODUCCIÓN ó la CALIDAD, es porque a la SEGURIDAD no se la incorporó todavía en un pie de igualdad en elproceso productivo, junto con la EFICIENCIA y la CALIDAD, como una prioridad unificada, junto al objetivo de PRESERVAR EL MEDIO AMBIENTE.

 6. Si en su Empresa existen “transgresores reiterativos” de las normas de Prevención establecidas, compruebe si seha tomado por tal motivo, alguna medida hacia ellos en los últimos tiempos y si no, tendrá que admitir que en su Empresa, se “homologa” la “ineficiencia”, lo que debe corregirse a la mayor brevedad para evitar “males mayores”.

 7. Si no sabe por qué la gente de su Empresa actúa con falta de Prevención, le sugerimos averiguar en cada caso,si el responsable de dichas acciones lo hace porque: NO SABE, NO PUEDE ó NO QUIERE y proceda a:ENSEÑAR al que NO SABE; AYUDAR al que NO PUEDE y MOTIVAR al que NO QUIERE, partiendo del principio de que la gente normal, no se accidenta por propia voluntad

 8. Los niveles de mando superiores a menudo saben poco de SEGURIDAD y esto es normal, porque nadie lesenseñó su importancia durante su educación y formación profesional. Por lo tanto, sea comprensivo y hagadocencia, porque “el que no sabe, es como el que no ve” y muchas veces, se niegan ó se discuten las cosas, no por falta de voluntad, sino por desconocimiento.

 9. Si en su Empresa se llevan Indices de Frecuencia, Incidencia y Gravedad – que sólo responden a hechosocurridos – le recomendamos incorporar un nuevo Indice, que exprese el REGISTRO Y CONTROL DE CAUSASPOTENCIALES para reflejar así la verdadera acción de SEGURIDAD de la Organización, en su doble objetivo de contribuir a alcanzar el RIESGO CERO y el CERO ACCIDENTE.

 10. Recuerde que en la vida y relacionado con la Seguridad, existen tres clases de personas:_ Las que piensan “ESTO NUNCA VA A PASAR” y lo aseguran_ Las que piensan “ESTO NO ME VA A PASAR A MÍ” y están convencidas_ Las que piensan “MAS VALE PREVENIR QUE CURAR” y actúan siempre previendo, haciendo de la SEGURIDAD un modo de vida.

 

SonrienteGracias por el aporte, Hugo P.Fuente: Newsletter N° 72 “Seguridad & Ambiente”. Este Newsletter es un producto de RIW Consultores, empresaradicada en Campana – Zárate (Argentina), www.riwconsultores.com.ar. 

Edificios que enferman

Por Débora Frid



Los departamentos y oficinas más modernos, herméticos y mal ventilados, los materiales con que están construidos y amoblados, y las actividades que allí se desarrollan pueden contaminar el ambiente interior y afectar la salud de sus ocupantes. Qué medidas se deben tomar para evitar este mal contemporáneo.

Se lo conoce como el "síndrome del edificio enfermo", aunque quien se enferma no es justamente la vivienda sino quienes la habitan. Paradójicamente, son los edificios más modernos los que pueden originar este conjunto de síntomas muy antiguos que van desde jaquecas, náuseas, mareos, tos y estornudos, irritación de las vías respiratorias, piel y ojos, hasta cambios de carácter, irritabilidad y dificultad para concentrarse. Si se trata de oficinas, esto se traduce en un menor rendimiento laboral.

Reconocer los síntomas y tomar medidas preventivas, tanto en la etapa de construcción como de remodelación, puede contribuir a controlar este problema ambiental que, según informes científicos de la Organización Mundial de la Salud -OMS-, afecta en diferente intensidad al 30 por ciento de los edificios nuevos y reciclados en el mundo. Además, se estima que entre el 10 y el 30 por ciento de sus ocupantes sufren efectos sobre la salud relacionados con la calidad del aire interior.

Edificios de la década de 1970

El síndrome del edificio enfermo fue descripto por primera vez a partir de un hecho curioso, ocurrido en 1976, en el hotel Bellevue Stratford de Filadelfia, Estados Unidos, donde se desarrollaba la Convención Anual de los Legionarios. Inesperadamente, muchos de ellos empezaron a sentir mareos y dolores de cabeza que, en algunos casos, tuvieron un final fatal. Después de algunos meses de investigaciones se llegó a determinar que estos hombres, que pudieron sobrevivir a numerosas guerras, fueron vencidos por una bacteria que había logrado llegar a la sala de reuniones a través del aire acondicionado. Se la bautizó con el nombre genérico de "Legionella", debido a la índole de los asistentes a la reunión.

Actualmente se sabe que esta bacteria vive en ambientes húmedos y se desarrolla preferentemente a una temperatura de entre 20 y 45 grados centígrados. Se la puede encontrar en los tanques de almacenamiento de agua donde puede permanecer inactiva hasta que la temperatura sea la propicia. Se estima que si se realiza un cultivo del agua de cualquier edificio existe una probabilidad del 50 por ciento de encontrar a la Legionella en las torres de refrigeración y en los humidificadores.

No es casualidad que el síndrome del edificio enfermo se halla comenzado a detectar en la década de 1970 ya que fue en esa época cuando, luego de atravesar la crisis del petróleo, se produjo un cambio en el concepto de la construcción. Con el objetivo de ahorrar energía y espacio se cambiaron los parámetros arquitectónicos y comenzaron a edificarse oficinas con techos bajos, reducidas, cerradas herméticamente por puertas y ventanas para aprovechar el aire acondicionado y la calefacción.

Causas y consecuencias

El hermetismo con que se construyen los edificios, con paredes y ventanas selladas, es el principal peligro de las construcciones modernas. La mala ventilación impide que los contaminantes interiores se mantengan a niveles bajos, y esto ocasiona problemas de salud.

El humo del tabaco, el polvo, los materiales usados en las obras de construcción o remodelación -como los plásticos, cemento de contacto, aglomerado, alfombras-, la presencia de aparatos electrónicos y la acumulación del dióxido de carbono emanado de la respiración de los ocupantes, son algunos de los factores que colaboran con la mala calidad del aire del interior.

Entre los agentes más conocidos y peligrosos se halla el formaldehído, un compuesto orgánico volátil que puede ser emitido por ciertos materiales como, por ejemplo, el aglomerado, y que provoca irritaciones en la vista, mareos, dificultades respiratorias y hasta ceguera.

Otro contaminante habitual es el humo del tabaco, que puede afectar la salud no sólo de quienes lo consumen sino también de los fumadores pasivos, aumentando el riesgo de enfermedades coronarias y, posiblemente, de cáncer.

También existen contaminantes exteriores que ingresan al edificio, como el radón, un gas radiactivo que proviene naturalmente de las rocas de la corteza terrestre. Aunque siempre existió el radón, en las construcciones más viejas y abiertas podía entrar y salir por ventanas y puertas, mientras que en los edificios herméticos se acumula y puede causar alteraciones en la sangre y en la médula ósea.

Existe además otro gas que puede ingresar y acumularse en los edificios, se trata del monóxido de carbono proveniente de la calle y del garage. La exposición prolongada al monóxido de carbono afecta el sistema nervioso y provoca desde dolores de cabeza y náuseas hasta estados de coma.

Otro de los inconvenientes de las construcciones herméticas es la ventilación a través de aire acondicionado, especialmente cuando el sistema es central y no se limpia periódicamente. En ese caso los conductos interiores pueden acumular desde pájaros muertos y ratones, hasta bacterias de todo tipo. La cercanía de los trabajadores a las bocas de salida del aire puede convertirse en una inyección de bacterias, como es el caso de la Legionella, que puede causar desde una infección respiratoria hasta la muerte. Además, ciertas condiciones de temperatura, ventilación y humedad en los edificios favorecen el desarrollo de diferentes colonias de hongos que pueden desencadenar reacciones alérgicas y asma.

Todos estos factores, asociados a una fuerte presión laboral, se pueden combinar para dar el conjunto de síntomas que la OMS bautizó, a partir de 1982, con el nombre de "síndrome del edificio enfermo".

Cómo evitarlo

Una buena calidad del ambiente interior requiere un aire libre de olores y polvo, que sea bien ventilado y que posea una temperatura y humedad adecuadas. Para lograr esto se necesita que las fuentes principales de contaminación sean controladas, y se debe promover una organización más ergonómica y distendida del trabajo. Se debe contemplar un buen diseño del edificio para asegurar una buena ventilación que permita el intercambio de aire fresco, y la renovación y mantenimiento de los sistemas de climatización.

En la Comunidad Europea existen leyes desde hace años para prevenir las enfermedades originadas por el ambiente del interior de los edificios. Por ejemplo, un organismo internacional se encarga de establecer los valores límites de contaminantes que puede albergar un ambiente. Además, se toman medidas como la instalación obligatoria de extractores de aire en los pisos inferiores de aquellos edificios que tengan estacionamientos subterráneos, para evitar la acumulación del monóxido de carbono. También se lleva a cabo la prohibición de fumar en el interior de la oficina o se destina un lugar para los fumadores.

En cualquier caso una buena medida a implementar es la consulta a especialistas en higiene industrial e ingeniería de ventilación que pueden resolver los problemas de calidad del aire interior